
Nuestro método
¿Quién no ha escuchado hablar del bótox? El “secreto a voces” de la eterna juventud de los famosos (y no tan famosos) continúa siendo objeto de una gran controversia. Y es que la inyecciones de toxina botulínica son tan apreciadas por algunos como rechazadas por otros. Pero, ¿cuál es la verdad sobre el bótox?
Lo cierto es que el bótox, o toxina botulínica, es un producto con aplicaciones médicas y cosméticas. No solo puede utilizarse para alisar arrugas, sino que también puede aplicarse para tratar las migrañas, el exceso de sudoración e incluso los espasmos musculares. Si quieres conocer más sobre este interesantísimo remedio, ¡no te pierdas este nuevo artículo!
Contents
Lo más importante
- El bótox es el nombre comercial de un tipo de toxina botulínica con uso cosmético y médico.
- Puedes usar el bótox para alisar arrugas, aliviar contracturas musculares y reducir la sudoración excesiva, entre otros.
- Es importante que el bótox sea inyectado por profesional cualificado para evitar complicaciones. Cada sesión de inyección de bótox tiene un precio elevado y debe repetirse periódicamente para que no desaparezcan sus efectos.
Todo sobre el bótox
El bótox es el nombre más popular de la toxina botulínica, una sustancia producida por una peligrosa bacteria que tiene el poder de paralizar nuestros músculos. Pero cuando se inyecta en pequeñas cantidades en lugares estratégicos, el bótox es capaz de mejorar nuestro aspecto, aliviar el dolor e incluso detener el exceso de transpiración. ¿Cómo es posible?
¿Qué es el bótox?
La toxina botulínica, también denominada Onabotulinumtoxina A o (mucho más frecuentemente) bótox, es una sustancia para uso médico y cosmético. Aunque hoy en día se utiliza como un medicamento, lo cierto es que este producto es una neurotoxina (una sustancia tóxica) producida por la bacteria Clostridium botulinum, la causante del botulismo (1, 2).
El botulismo es una enfermedad terrible, capaz de causar una parálisis total de nuestro cuerpo y que podemos contraer si consumimos alimentos en conserva en mal estado que contengan toxina botulínica. Sin embargo, en la década de los 70, los científicos descubrieron que esta sustancia, aplicada con precaución en lugares estratégicos, podía ayudar a aliviar algunas enfermedades.
Así, la toxina botulínica se utilizó en el campo de la oftalmología para corregir el estrabismo (“ojo vago”) y las contracciones involuntarias de los párpados. Después, se empleó para aliviar las contracturas musculares crónicas y el exceso de sudoración. Por último, comenzó a usarse como un producto cosmético por su gran capacidad para alisar las arrugas (3, 4). ¡Qué gran invento!
¿Cómo funciona el bótox?
El bótox actúa a nivel celular, “bloqueando” a las células musculares e impidiendo que se contraigan correctamente. Como puedes imaginar, este efecto puede tener consecuencias muy graves si la toxina se ingiere (por ejemplo, al paralizar a los músculos encargados de la respiración).
No obstante, hoy en día los expertos son capaces de inyectar cantidades mínimas de bótox en lugares determinados (por ejemplo, en el entrecejo o alrededor de las “arruguitas” de los ojos). Así, en las 24 horas siguientes a la inyección de la toxina la musculatura de esa zona dejará de contraerse, lo que podría tener diferentes consecuencias (4, 5, 6):
- Si se aplica en zonas con arrugas, estas se disimularán.
- Por otro lado, si se inyecta en puntos ricos en glándulas sudoríparas (como las axilas o las palmas de las manos), disminuirá la transpiración.
- Y además, también puede utilizarse para reducir la contracción no deseada de ciertos músculos (como los de los ojos en el estrabismo o la musculatura del cuello en las contracturas crónicas).
Otra de las peculiaridades de la toxina botulínica es que su efecto no es permanente. A lo largo de los meses, el efecto del bótox desaparecerá de forma gradual, y los músculos “paralizados” volverán a contraerse.
Esta particularidad del bótox podría parecerte una desventaja, porque tendrás que reaplicarlo periódicamente para seguir disfrutando de sus efectos. Sin embargo, piensa que si lo aplicas y sus resultados no te satisfacen, ¡solo tendrás que esperar unos meses para volver a la normalidad, sin temor a sufrir secuelas o efectos duraderos!
¿Para qué se usa el bótox?
¿Sabías que realmente existen siete variantes diferentes de toxina botulínica, que van del tipo A al tipo G? No obstante, cuando hablamos de bótox nos referimos a la variante A (Onabotulinumtoxin A), que es la más utilizada en cosmética y medicina (7).
Hoy en día, esta sustancia tiene tres grandes usos. Por un lado, puede evitar las contracciones indeseadas de algunos músculos (¡incluyendo los responsables de las arrugas!). Por otro lado, también es capaz de disminuir el exceso de sudoración y salivación. Y por último, es capaz de aliviar el dolor resistente a otros tratamientos. ¡Increíble!
En la siguiente tabla encontrarás más información sobre los tres usos del bótox (3, 6, 8, 9, 10):
Disminución de la contracción | Inhibición de secreciones | Bloqueo del dolor |
---|---|---|
Alivio de espasmos musculares (como tortícolis crónica) | Reducción de la sudoración en axilas, manos e ingles | Tratamiento de la migraña |
Remedio para dismetrías faciales (por ejemplo, sonrisas asimétricas) | Tratamiento de la salivación excesiva | Alivio del dolor crónico (por ejemplo, fascitis plantar) |
Tratamiento del temblor (Parkinson) | Neuralgia postherpética (dolor crónico tras haber sufrido una infección por herpes en la piel) | |
Cosmética: Disimulo de arrugas |
¿Es seguro el bótox?
Aunque sea ampliamente utilizado en cosmética, el bótox no deja de ser una toxina y un producto de uso exclusivamente médico. Es esencial que esta sustancia sea aplicada exclusivamente por profesionales sanitarios entrenados y cualificados en el uso de esta toxina para evitar la aparición de efectos adversos potencialmente graves, como por ejemplo:
- Infecciones
- Dolor de cabeza
- Parálisis de los músculos de los párpados (que impiden cerrar los ojos adecuadamente)
- Asimetrías faciales y otros efectos cosméticamente indeseables
No obstante, si la aplicación del bótox la realiza un profesional competente, la posibilidad de que aparezcan complicaciones será mínima. Siempre y cuando se tomen todas las medidas de higiene, seguridad y precaución, el uso de bótox puede considerarse una técnica perfectamente segura. ¡Qué alivio!
¿En qué casos se contraindica el uso de toxina botulínica?
Aunque el bótox se considera un producto seguro en manos de profesionales capacitados, tiene ciertas limitaciones. Por ejemplo, no se recomienda su uso en zonas con cicatrices y tampoco es buena idea su uso cosmético en personas con enfermedades neuromusculares. Además, las personas que hayan tenido reacciones de intolerancia o alergia al bótox no podrán volver a usarlo (1, 4).
Asimismo, las mujeres embarazadas o que estén dando lactancia tampoco deberían usar esta toxina. En el caso de los niños y adolescentes, su uso cosmético está contraindicado, y solo se reserva para casos muy graves de parálisis o espasmos.
Las personas con problemas de imagen corporal graves (como trastornos de la alimentación o dismorfofobia) también tienen desaconsejado el uso de bótox cosmético. En este caso, se recomienda solucionar primero el problema emocional o psicológico antes de intentar cambiar nuestra apariencia.
Preguntas y respuestas: 5 dudas sobre el bótox
Ya sabes qué es el bótox, pero, ¿sabes cómo sacarle el máximo partido? Seguidamente, te revelaremos cinco claves sorprendentes acerca de esta sustancia “milagrosa” que te ayudarán a decidir si la toxina botulínica es para ti. ¡No dejes de leer!
¿Cuál es la diferencia entre bótox y filler?
“Se ha puesto bótox en los labios para tenerlos más carnosos” “Ha usado filler en el entrecejo para disimular las arrugas” ¿Te suenan estas frases erróneas? Lo cierto es que mucha gente confunde el bótox con los fillers de ácido hialurónico. ¡Y no es de extrañar, porque son las técnicas más usadas en el mundo de la belleza!
Los fillers (rellenos inyectables) de ácido hialurónico se usan para dar volumen a diferentes zonas del cuerpo (generalmente labios, pómulos y zona de la ojera). Al “rellenar” esas zonas, se disimulan imperfecciones y se logra un aspecto más juvenil y “jugoso”.
El bótox “paraliza” suavemente la musculatura de una zona determinada para evitar que se contraiga. En cosmética, lo que se logra con esta técnica es disminuir la apariencia de las arrugas en las zonas que más suelen “sufrir” con los movimientos del rostro (entrecejo, “patas de gallo” y comisuras labiales, entre otros). Así, se logra un aspecto sereno y descansado.
Por supuesto, ambos tratamientos pueden combinarse para conseguir renovar nuestro look al completo, y tanto los fillers como el bótox deberán reaplicarse en cuestión de meses. Pero, como puedes ver, tienen grandes diferencias. ¡Que no te confundan!
¿Cuánto dura el efecto del bótox?
¡Depende! Una vez aplicado, el bótox comienza a hacer efecto en las 24 horas siguientes y puede tardar hasta dos semanas en actuar por completo. Después, el tiempo que podemos pasar sin tener reaplicarlo dependerá de la zona de inyección (2):
- En el caso de un uso cosmético (arrugas), su efecto durará entre tres y cinco meses, según los expertos.
- Si se usa para tratar el exceso de sudoración o las contracturas, podremos disfrutar más sus acciones, hasta los nueve meses aproximadamente.
El profesional sanitario que se encargue de aplicarte el bótox podrá darte una fecha estimada más realista tras examinar tu caso concreto. ¡No dejes de preguntarle todas tus dudas!
¿La toxina botulínica puede dejar de hacer efecto?
En casos muy raros, algunas personas pueden volverse “resistentes” al efecto del bótox y dejar de notar un efecto positivo cuando lo aplican. Según la literatura científica, es más probable que este contratiempo ocurra en personas que usan bótox desde hace mucho tiempo, que se inyectan grandes cantidades o que no esperan un mínimo de tres meses entre aplicaciones.
En estos casos tan desafortunados, los médicos pueden intentar cambiar de tipo de toxina botulínica (inyectando toxina de tipo B, que también puede usarse en cosmética y medicina) u optar por otros tratamientos. ¡El láser, los peelings y la dermabrasión pueden ser una gran alternativa al bótox!
Si dejo de usar bótox, ¿sufriré “efecto rebote”?
¡Ni hablar! Con el paso de los meses, el efecto del bótox desaparece y el problema que deseabas solucionar (arrugas, sudoración o contracturas, entre otros) volverá a aparecer. ¡Pero no sufrirás un “efecto rebote” ni aparecerán más arrugas si dejas de usarlo!
No obstante, ten en cuenta el paso del tiempo. Si, por ejemplo, has usado bótox desde los treinta años hasta los cincuenta, cuando dejes de usarlo notarás las arrugas esperables y “naturales” en una persona en la cincuentena. ¡Eso no quiere decir que el bótox las haya provocado, solo que ha dejado de disimularlas!
¿Es caro el bótox?
Sin duda, el bótox es toda una inversión cosmética. Su gran efectividad para alisar arrugas o mejorar la dinámica de nuestro rostro, sumado a que solo puede ser aplicado por profesionales especializados, eleva su precio a unos 300 euros por sesión.
Por otro lado, la toxina botulínica de uso médico (para los problemas de sudoración, las migrañas o los espasmos musculares) puede estar subvencionada o costeada en algunos casos por el Servicio Nacional de Salud. ¡Pide más información a tu médico; podrías llevarte una agradable sorpresa!
[/kb_criteria]
Resumen
Arrugas, exceso de sudoración, migrañas o contracturas musculares, el bótox “puede con todo”. Aunque sus orígenes como una toxina potencialmente letal pueden asustar a los más reticentes, debes saber que hoy en día el uso del bótox es tan popular como seguro, siempre y cuando sea manejado por profesionales altamente cualificados.
Su seguridad, su efectividad y la larga duración de sus efectos son las principales ventajas del bótox. Por esa razón, cada vez más personas recurren a este “milagro” antiarrugas a pesar de su elevado precio. ¡Y si no quedas satisfecho con los resultados, recuerda que es totalmente reversible!
Si gracias a este artículo has conocido los secretos del bótox, por favor, deja un comentario y comparte este artículo.
(Fuente de la imagen destacada: Milkos: 115610731/ 123rf)
Referencias (10)
1.
Nigam P, Nigam A. Botulinum toxin. Indian Journal of Dermatology . 2010 Jan 1 ;55(1):8.
Fuente
2.
Jankovic J. Botulinum Toxin. In: Encyclopedia of Movement Disorders . Elsevier; 2010 . p. 144–50.
Fuente
3.
Satriyasa BK. Botulinum toxin (Botox) A for reducing the appearance of facial wrinkles: a literature review of clinical use and pharmacological aspect. Clinical, Cosmetic and Investigational Dermatology . 2019 Apr ;Volume 12:223–8.
Fuente
4.
Mendez-Eastman SK. BOTOX: a review. Plastic surgical nursing : official journal of the American Society of Plastic and Reconstructive Surgical Nurses . 2003 ;23(2):64–9.
Fuente
5.
Hughes AJ. Botulinum Toxin in Clinical Practice. Drugs . 1994 Dec ;48(6):888–93.
Fuente
6.
Cecilia Cortés-Monroy H, Soledad Soza B. Usos prácticos de la toxina botulínica en adultos en medicina física y rehabilitación. Revista Médica Clínica Las Condes . 2014 Mar 1 ;25(2):225–36.
Fuente
7.
Duchesne de Lamotte J, Perrier A, Martinat C, Nicoleau C. Emerging Opportunities in Human Pluripotent Stem-Cells Based Assays to Explore the Diversity of Botulinum Neurotoxins as Future Therapeutics. International Journal of Molecular Sciences . 2021 Jul 14 ;22(14):7524
Fuente
8.
Farr ST. Resistance to Botulinum Toxin in Aesthetics. In: Neurotoxins . InTech; 2018 . p. 1–15.
Fuente
9.
Gago-Veiga AB, Santos-Lasaosa S, Cuadrado ML, Guerrero ÁL, Irimia P, Láinez JM, et al. Evidencia y experiencia de bótox en migraña crónica: Recomendaciones para la práctica clínica diaria. Neurología . 2019 Jul 1 ;34(6):408–17.
Fuente
10.
Pribitkin EA, Greco TM, Goode RL, Keane WM. Patient Selection in the Treatment of Glabellar Wrinkles With Botulinum Toxin Type A Injection. Archives of Otolaryngology – Head and Neck Surgery . 1997 Mar 1 ;123(3):321–6.
Fuente